ArantxaGrajal

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

No emprendí para conciliar

No emprendí para conciliar

Location

Total Floor Area

Design

Program

Si, lo sé, el título es bastante rotundo, y choca con lo que finalmente construí, pero es mi realidad. Mis proyectos de emprendimiento, mis negocios, no los creé con el fin de poder conciliar mejor mi vida laboral y personal.

Empezaré por el principio. Desde que toqué un ordenador con 12 años, decidí que quería estudiar informática, me enamoró esa máquina llena de cables con las letras verdes, y así, toda mi etapa estudiantil estuvo enfocada a eso. Pasé por la universidad estudiando la carrera de Informática de Gestión donde aprendí mucho y disfruté algunas clases con auténtica pasión y posteriormente, empezó mi vida laboral como desarrolladora informática en distintas empresas de Málaga.

Durante esos años, compaginé mi trabajo por cuanta ajena con algunos trabajos como freelance. Tanto en mi vida personal como laboral, siempre me ha costado acatar órdenes porque si, suelo analizar y cuestionar las soluciones aportadas, o busco nuevas alternativas.

Algunos años después, conocí a un hombre, nos enamoramos y tuvimos a una peque que me convirtió en Madre. Un día, poco después de dar a luz, buscaba un vestido de lactancia de una marca en concreto, y al no encontrar en Málaga ninguna tienda donde lo vendiesen, decidí montar una tienda online. Si, así, a lo loco nació «El nido de mamá», mi primer proyecto como emprendedora.

Durante esos meses, trabajaba en casa para gestionar la tienda online a la vez que cuidaba a mi peque, que solo quería dormir encima mía. Busqué algunas alternativas para poder llevar las dos cosas adelante, un espacio o guardería para poder trabajar cerquita de mi hija, pero no había ninguno. Los espacios de coworking de Málaga estaban orientados para otro tipo de personas, y no me veía con el carrito y el portátil trabajando en un sitio así. Por eso, decidí que algún día, yo crearía ese espacio.

Durante un par de años, compaginé mi trabajo por cuenta ajena con reducción de jornada, con el cuidado de mi hija, y con la gestión de la tienda, además, a falta de tiempo, abrí una tienda física en pleno centro de Málaga. Algunas tardes me llevaba a la peque allí, fue donde dió sus primeros pasos. No era el mejor lugar del mundo, pero me trajo muchas satisfacciones. Poder ayudar y asesorar a familias sobre productos de crianza natural, me llenaba mucho.

El proyecto del coworking familiar seguía tomando forma en mi cabeza, empecé a hacer números, planificar la gestión y el funcionamiento. No tenía local ni dinero, pero me estaba preparando para, cuando solventase esos problemas, dar el salto.

Y así, fue, en Agosto de 2018 encontré el local perfecto, y un mes después, estaba cerrando la tienda (por unos meses) y dejando el trabajo para embarcarme en este segundo emprendimiento, «El Círculo Coworking».

Como gestionar una obra sin tener ni idea, papeles, licencias y presupuestos es algo que contaré en otro post.

Pero, si has llegado hasta aquí, podrás ver que mis proyectos de emprendimiento no son solo para que yo concilie, si no para permitir a otras familias conciliar como yo necesité en su día. Para ayudar a otras personas a sacar sus proyectos o trabajos adelante sin tener que renunciar a estar cerca de sus hijos/as.

Esta es mi historia, es como la de tantas otras mujeres alrededor del mundo que, tras su maternidad, decidieron montar un espacio de coworking familiar. A nosotras no nos mueve el dinero, si no el ayudar a otras familias. A ver esos niños felices con sus madres/padres cerquita.

Y es por esto, que yo no emprendí para conciliar, si no para permitir a otras familias hacerlo

More Projects